Un experimento de última hora, que mira por donde... ¡Estaba buenísimo! :)
(Aquí me teneis con el bizcocho, en el último momento antes de servirlo le puse nueces de macadamia picadas encima, que me pirran jaja)
El Sábado 2 de Octubre, con motivo de las Fiestas Patronales y por la ansiada visita de mi Santico, mi familia preparó una comida especial para la familia, que al final fue una comida para 14 personas, ya que se apuntaron varios amigos de mis padres al enterarse de cual era el plato principal que iban a preparar... ¡Migas! Y es que hay que aprovechar la fruta antes de que acabe la temporada, (en el caso de las brevas, aunque también había melón y tomate).
La cocinera en este caso no fui yo, sino una amiga mexicana de mis padres que tiene una mano increíble para prepararlas. Casi todos repetimos, no hay nada mejor que juntarte con los tuyos de vez en cuando para pasar un buen rato y compartir momentos alrededor de una mesa.
Aprovechando la comida, decidí hacer un postre, pero no estaba muy inspirada y no sabía muy bien qué hacer, así que me metí en la cocina y terminé con dos bizcochos, uno de chocolate y otro de huevo (el bizcocho clásico de toda la vida). "Ahora a ver que hago con esto", me pregunté. Y al final salió esta receta que os pongo a continuación:
Bizcocho de colores
Ingredientes para la base de chocolate:
2 huevos
100gr. de harina
100gr. de azúcar
100gr. de Cola Cao o cacao en polvo
1/2 vaso de leche
50gr. de aceite
1/2 sobre de levadura.
Fotos de este bizcocho no tengo, porque lo hice con prisas, pero la preparación es muy fácil y el resultado es buenísimo, un bizcocho esponjoso a más no poder y con un sabor estupendo, es perfecto para tomarlo solo ya que no se hace pesado.
(La foto está hecha con el móvil y no tiene muy buena calidad...perdonad)
Precalentar el horno, 180º. En un bol de tamaño mediano mezclar el azúcar con los huevos y el cacao. Añadir la harina con la levadura tamizada y el aceite, y por último añadir la leche. Mezclar todo hasta obtener una masa homogénea. Enharinar un molde y verter la masa, al horno unos 20-25 minutos o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio.
Enfriar.
Ingredientes para la base de bizcocho clásico.
Pinchar aquí.
(El bizcocho lo hice en un molde distinto al del bizcocho de chocolate pero del mismo diametro, así que luego le hice un agujero en el centro con un vaso para que quedaran igual jaja)
Una vez que están los dos bizcochos fríos, hay que desmoldarlos y cortar el bizcocho clásico (el de huevo) por la mitad para obtener dos bases finitas. Este bizcocho lo bañaremos con almíbar para darle un toque más dulce.
Almíbar (para bañar el bizcocho clásico solamente):
150ml. de agua
150gr. de azúcar
20ml. de Baileys
En una cacerolita ponemos el agua, el azúcar y el Baileys, se lleva a ebullición unos minutos y luego se deja enfriar. Una vez frío, bañamos el bizcocho que hemos cortado por la mitad. Una de estas mitades la ponemos sobre una bandeja porque es la que vamos a usar como primera base antes de poner la crema.
Aquí es cuando hay que preparar la crema que usé para el relleno.
Los ingredientes son:
500ml. de nata 35% M.G. fría.
100gr. de azúcar glass
250gr. de yogurt griego azucarado
1 hoja de gelatina
Y colorantes amarillo, rojo y azul.
En un platito con un poco de agua fría ponemos la hoja de gelatina 5 minutos para que ablande, mientras montamos la nata bien dura, que tendrá que haber estado al menos 24horas en el frigorífico y le añadimos el azúcar glass con cuidado.
Escurrimos la hoja de gelatina y la deshacemos con unas gotitas de agua caliente para luego añadírsela al yogurt griego. Y poco a poco el yogurt lo incorporamos con movimientos suaves a la nata.
Cuando esté todo mezclado, separamos la crema en tres boles para añadirle el colorante respectivo a cada uno. Yo puse 6 gotitas de colorante a cada bol.
Ponemos cada crema en 3 mangas pasteleras o en una y vamos usando un color cada vez, para ir rellenando el bizcocho.
(Aquí esta montada ya la primera base con la crema y la segunda base (la de chocolate) encima)
Una vez que hemos decorado la primera base, ponemos encima el bizcocho de chocolate y encima le ponemos más crema, para cubrirlo de nuevo con la otra mitad del bizcocho clásico (bañado también en almíbar) y terminamos de decorar con el resto de la crema, eso ya al gusto de cada uno. Yo no quería que se viera que había dos bizcochos distintos montados, sino que pensaran que era un sólo bizcocho muy grueso, así que lo cubrí entero de crema para que vieran el resultado final en sus platos. (Fotos del corte tampoco tengo, no me dió tiempo! jaja)
La decoración de los platos no es mi fuerte, reconozco que se me da fatal porque no tengo paciencia para eso, así que este bizcocho no está muy hayá decorado, pero lo que importa es el sabor, y he decir que a pesar de no haber tenido una idea muy clara de qué iba a hacer, el resultado fue buenísimo, un bizcocho que no era demasiado dulce, ni estaba seco, sino esponjoso y con una crema agradable, que hizo a la gente repetir. :)
¡Gracias por leerme de nuevo!
Pronto pondré una nueva receta, jeje. Un beset!